ACCIÓN DE GRACIAS POR LA BEATIFICACIÓN (27-X-2013 MONZÓN)

ACCION DE GRACIAS POR LA BEATIFICACION DE LOS CURETAS DE MONZÓN

EUCARISTÍA Y BENDICIÓN DEL RETABLO CON LAS ARQUETAS DE LOS DOS NUEVOS BEATOS EN LA CATEDRAL DE SANTA MARÍA DEL ROMERAL

27 OCTUBRE 2013

Eran las cuatro de la tarde del domingo 27 de octubre de 2013, y esperaban en la Plaza Mayor de Monzón, junto al Ayuntamiento, la llegada de varias personalidades convocadas para la ceremonia que tendría lugar en la catedral de Santa María del Romeral.

A las cinco de la tarde se realizará una eucaristía presidida por el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para posteriormente bendecir el nuevo retablo situado en una capilla restaurada recientemente, a los pies de la nave derecha de la catedral. Finalmente se depositarán dos urnas con los beatos José Jordán y José Nadal.

Poco a poco van llegando a la Plaza Mayor los distintos invitados siendo recibidos por el párroco Mn. José Luis Pueyo: el cardenal Antonio Cañizares acompañado por el obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón Mons. Alfonso Milián, los abades y otros miembros de las abadías benedictinas de Montserrat y de Leire, el obispo de Huesca Mons. Julián Ruiz, el obispo emérito de Tenerife Mons. Damián Iguacén, la comunidad del Instituto del Verbo Encarnado residente actualmente en el monasterio del Pueyo de Barbastro acompañados por otros miembros del mismo Instituto y, finalmente, la Alcaldesa de la ciudad y distintos miembros del Ayuntamiento de Monzón, comarca del Cinca Medio y delegado territorial del Gobierno de Aragón.

A continuación la comitiva encabezada por el cardenal Antonio Cañizares y la alcaldesa de Monzón accedieron a las dependencias del Ayuntamiento. En el Libro de Oro de la ciudad firmó el cardenal Cañizares y pronunció unas breves palabras de agradecimiento.

Seguidamente todos los miembros de la comitiva marcharon hacia la catedral por las calles Mayor y José Mor de Fuentes. En el número 15 de la calle Mayor se detuvieron unos instantes para contemplar la fachada de la casa, decorada para el momento, en donde se alojaban los dos beatos José Jordán y José Nadal en 1936.

En seguida se dirigieron a la catedral para iniciar la eucaristía, en donde ya se encontraban otros participantes en la ceremonia como el obispo de Teruel y Albarracín Mons. Carlos Escribano, el obispo de Almaty (Kazajstán) Mons. José Luis Mumbiela, el Vicario de la diócesis y la práctica totalidad de sacerdotes concelebrantes.
En la puerta de la catedral fue recibida la comitiva por el Ecónomo de la diócesis y por los sacerdotes de la parroquia montisonense.

En el interior de la catedral, iluminada en su totalidad y decorada con flores rojas, aguardaban numerosos fieles que ocupaban todas las naves. En los primeros bancos se encontraban familiares de los dos beatos y vecinos, procedentes de Azlor en el caso del beato José Jordán y desde Bell-lloc del beato José Nadal. También asistieron familiares de los beatos benedictinos del monasterio de Pueyo de Barbastro. Igualmente acudieron a la catedral numerosas religiosas y religiosos vinculados a los nuevos beatos de la diócesis. Con el canto de entrada “Pueblo de reyes” se inició la eucaristía.

En el altar mayor estaban depositadas dos arquetas con los beatos José Nadal y José Jordán, ocupando un lugar destacado.

Los distintos cantos se desarrollaron con vigor y brillantez a cargo de la Coral Montisonense, que estaba situada en un lateral del crucero, como el Kyrie y el Gloria.

Seguidamente la oración colecta inmediatamente antes de la liturgia de la palabra:
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a tus beatos presbíteros José Nadal y José Jordán y a los monjes benedictinos del Pueyo vivir plenamente unidos en su ministerio sacerdotal y en su martirio, escucha la oración de tu iglesia y otorga a sacerdotes y fieles la fortaleza en la fe y el don de la unidad.

A continuación se presentaron las ofrendas: un matrimonio entregó el cáliz y la patena, José Banzo entregó una palma y finalmente un laico, en representación de los artistas del retablo, entregó una estola con el logotipo de la beatificación del 13 de octubre en Tarragona.

Oración sobre las ofrendas:
Al presentarte estas ofrendas en la conmemoración de los beatos mártires José Nadal, José Jordán y los monjes benedictinos del Pueyo, te suplicamos, Padre, que así como a ellos les concediste la luz de la fe, también a nosotros nos des el perdón y la paz.

Tras la plegaria eucarística, el rito de la comunión y bendición final el obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón pronunció unas breves palabras de agradecimiento por los nuevos beatos de la diócesis.

Seguidamente se realizó el traslado de las arquetas con los restos de los beatos. Desde el centro del altar, y a hombros de cuatro hombres y de cuatro mujeres cada una de ellas, iniciaron la procesión los celebrantes recorriendo la nave central hasta llegar a la capilla habilitada para ellos. Numerosos fieles se aproximaron a la capilla para ver este acontecimiento privilegiado en la historia reciente de Monzón y de la catedral de Santa María del Romeral.

Una vez en la capilla se procedió a bendecir el retablo que albergaría las dos arquetas de José Jordán y José Nadal. Para ello el cardenal Antonio Cañizares pronunció la siguiente oración:

Proclamamos tu grandeza, Señor, porque solo Tú eres Santo; compadecido de nosotros, enviaste al mundo a tu Hijo, Jesucristo, el que inicia y completa toda santidad. Él envió sobre la Iglesia naciente el Espíritu Santo defensor, voz que enseña los secretos de la santidad, brisa que inspira fortaleza y suavidad, fuego que enciende en amor los corazones de los fieles, semilla divina que produce abundantes frutos de gracia.

Te glorificamos hoy, Señor, porque coronaste con el don del martirio a los beatos José Nadal y José Jordán, que han actualizado en nuestra comunidad el misterio pascual de Cristo, muerto y resucitado. Te damos gracias por la fe y la fortaleza de los Curetas de Monzón, en cuya veneración tus servidores han hecho construir este retablo.

Padre de bondad te pedimos humildemente que bendigas este retablo. Que tus hijos, al contemplarlo, descubran la hermosura del Evangelio de tu Hijo, tengan los mismos sentimientos de Cristo y reciban la fuerza del Espíritu que los va haciendo hombres nuevos, a imagen del hombre celestial.
Haz, Señor, que nosotros, siguiendo las huellas de tu Hijo, y siguiendo el ejemplo de los beatos José Jordán y José Nadal, lleguemos al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Que con su palabra y su ejemplo proclamemos el Evangelio; dispuesto, sin miedo, a derramar nuestra sangre por Él; que carguemos cada día con la cruz de Cristo, y nos entreguemos totalmente a tu servicio y al de los hermanos; que cumplamos nuestras obligaciones como ciudadanos de este mundo, llenándolo todo del Espíritu de Cristo, con la mirada puesta en la mansión celestial, donde Tú, Padre, nos reunirás un día para reinar con tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Seguidamente asperjó el retablo y el altar en donde se depositaron las dos arquetas, una a cada lado, con las reliquias de los nuevos beatos.

Para finalizar se cantó el himno a la Virgen de la Alegría.

El retablo ha sido un trabajo de varios años, obra de un grupo de artistas encabezados por Crescencio Salcedo.

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